“Me he propuesto no tener piedad con los despiadados. Mi falta de piedad con los asesinos, con los verdugos que actúan desde el poder, se reduce a descubrirlos, dejarlos desnudos ante la historia y la sociedad y reivindicar de alguna manera a los de abajo, a los que en todas las épocas salieron a la calle a dar sus gritos de protesta y fueron masacrados, tratados como delincuentes, torturados, robados, tirados en alguna fosa común.
La verdadera y única división entre los argentinos está entre los que aceptan y los que no aceptan negociar los crímenes de la represión y la corrupción.”
El camino al paraíso que propone Osvaldo Bayer es la lucha de todos por las reivindicaciones, por la dignidad y por el futuro de las generaciones por venir. En estos textos aquí reunidos reflexiona sobre el origen familiar y educacional de quienes arriesgaron su vida para ayudar al perseguido. El doctor Barnardo abre la primera casa para niños sin hogar, y tantos años después los niños siguen prostituidos por el hambre. En la descripción de su utopía resuena atronadora en su sencillez la idea de Einstein: “Habría dinero suficiente, trabajo suficiente, comida suficiente si repartiéramos con justicia las riquezas del mundo en vez de convertirnos en esclavos de rígidas doctrinas económicas o de tradiciones inmovilistas”.
Estos escritos son el testimonio de una voz que se levanta contra el olvido, contra los obsecuentes, los oportunistas y los falsarios para rescatar la verdad de ciertos hechos de nuestro pasado. Historiador temible que tira la piedra y nunca esconde la mano, Bayer siempre está comenzando.