Una obra musical no es una entidad estática, sino que cambia con el tiempo. El momento histórico, el lugar o la manera en que alguien la interprete y otro la escuche la transforman constantemente. Más allá de la intención original del compositor, las canciones van adquiriendo diferentes significados según los contextos en las cuales suenan o son consumidas, construyendo sus propias biografías sociales o personales. De la misma manera, las tradiciones tampoco son atributos culturales fijos, naturales o predestinados desde el comienzo de los tiempos porque, como las sociedades, se crean y recrean de manera constante a través de las acciones de los sujetos que las conforman.
En este libro, Julio Mendívil propone varios ejemplos de diversas canciones y géneros musicales que fueron construyendo diferentes biografías a lo largo de la historia. Cómo un género musical popular como el huayno pasó de ser un símbolo de atraso y vergüenza a representar un pasado glorioso; la invención de un origen prehispánico para el yaraví; una relectura del lugar de la música en el mundo andino a través de la obra literaria del gran escritor peruano José María Arguedas y tres ejemplos de cómo la música folklórica tomó protagonismo en conflictos sociales, políticos y económicos de la historia reciente. Ejemplos localizados, pero que cada lector podrá aplicar a muchos otros casos cercanos para convertirse también en aguafiestas de los guardianes de la tradición y desbaratar mitos, lugares comunes y supuestas esencias primordiales que no permiten valorar la diversidad cultural y musical.