| 1 cuota de $34.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $34.000 |
| 1 cuota de $34.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $34.000 |
| 3 cuotas de $11.333,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $34.000 |
| 2 cuotas de $20.117,80 | Total $40.235,60 | |
| 6 cuotas de $7.711,20 | Total $46.267,20 | |
| 9 cuotas de $5.773,20 | Total $51.958,80 | |
| 12 cuotas de $4.852,65 | Total $58.231,80 | |
| 24 cuotas de $3.621,14 | Total $86.907,40 |
| 3 cuotas de $13.746,20 | Total $41.238,60 |
| 3 cuotas de $14.487,40 | Total $43.462,20 | |
| 6 cuotas de $7.978,66 | Total $47.872 |
| 6 cuotas de $8.035,90 | Total $48.215,40 | |
| 9 cuotas de $6.013,08 | Total $54.117,80 | |
| 12 cuotas de $4.924,61 | Total $59.095,40 |
| 18 cuotas de $3.993,86 | Total $71.889,60 |
La implosión de la URSS volvió a poner la historia en movimiento. Sumió a Rusia en una violenta crisis, pero, sobre todo, creó un vacío mundial que absorbió a Estados Unidos, también en crisis desde 1980. Se desencadenó entonces un movimiento paradójico: la expansión conquistadora de un Occidente que se marchitaba en su corazón. La desaparición del protestantismo condujo a Estados Unidos, por etapas, del neoliberalismo al nihilismo, y a Gran Bretaña, de la financiarización a la pérdida del sentido del humor. El estado cero de la religión ha llevado a la Unión Europea al suicidio, mientras Alemania estaba a punto de resurgir.
Entre 2016 y 2022, el nihilismo occidental se fusionó con el ucraniano, nacido de la descomposición de la esfera soviética. Juntos, la OTAN y Ucrania se enfrentaron a una Rusia estabilizada, de nuevo una gran potencia, ahora conservadora, tranquilizadora para el resto del mundo que no quiere seguir a Occidente en su aventura. Los dirigentes rusos han decidido tomar partido: han desafiado a la OTAN y han invadido Ucrania.
Recurriendo a los recursos de la economía crítica, la sociología religiosa y la antropología, Emmanuel Todd nos lleva a recorrer el mundo real, de Rusia a Ucrania, de las antiguas democracias populares a Alemania, de Gran Bretaña a Escandinavia y Estados Unidos, sin olvidar al resto de países, cuya elección decidirá, si no lo ha hecho ya, el resultado no sólo de la guerra y sino del mundo por venir.
