| 1 cuota de $35.500 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $35.500 |
| 1 cuota de $35.500 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $35.500 |
| 3 cuotas de $11.833,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $35.500 |
| 2 cuotas de $21.005,35 | Total $42.010,70 | |
| 6 cuotas de $8.051,40 | Total $48.308,40 | |
| 9 cuotas de $6.027,90 | Total $54.251,10 | |
| 12 cuotas de $5.066,73 | Total $60.800,85 | |
| 24 cuotas de $3.780,89 | Total $90.741,55 |
| 3 cuotas de $14.352,65 | Total $43.057,95 |
| 3 cuotas de $15.126,55 | Total $45.379,65 | |
| 6 cuotas de $8.330,66 | Total $49.984 |
| 6 cuotas de $8.390,42 | Total $50.342,55 | |
| 9 cuotas de $6.278,37 | Total $56.505,35 | |
| 12 cuotas de $5.141,87 | Total $61.702,55 |
| 18 cuotas de $4.170,06 | Total $75.061,20 |
Florent-Claude Labrouste tiene cuarenta y seis años, detesta su nombre y se medica con Captorix, un antidepresivo que tiene tres efectos adversos: náuseas, desaparición de la libido e impotencia.
Su periplo arranca en Almería, sigue por las calles de París y después por Normandía, donde los agricultores están en pie de guerra. Francia se hunde, la Unión Europea se hunde, la vida sin rumbo de Florent-Claude se hunde. El amor es una entelequia. El sexo es una catástrofe. La cultura no es una tabla de salvación.
Florent-Claude descubre unos escabrosos vídeos pornográficos en los que aparece su novia japonesa, deja el trabajo y se va a vivir a un hotel. Deambula por la ciudad, visita bares, restaurantes y supermercados. Filosofa y despotrica. También repasa sus relaciones amorosas, marcadas siempre por el desastre, en ocasiones cómico y en otras patético. Se reencuentra con un viejo amigo, cuya vida parecía perfecta pero ya no lo es porque su mujer le ha abandonado por un pianista inglés y se ha llevado a sus dos hijas. Y ese amigo le enseña a manejar un fusil...
Nihilista lúcido, Michel Houellebecq construye un personaje y narrador desarraigado, obsesivo y autodestructivo, que escruta su propia vida y el mundo que le rodea con un humor áspero y una virulencia desgarradora. Serotonina demuestra que su autor sigue siendo un cronista despiadado de la decadencia de Occidente, un escritor indómito, incómodo y totalmente imprescindible.
