“Soy de los 80, lo que significa que no fui emo ni tecno, que no soy pop, ni milenial, ni analógica. Simplemente no cuajo”. Con esas credenciales podemos entrar a este libro, el primero de María Pérez, en el que aborda precisamente esa indefinición y convierte lo que podría ser un problema –no encajar en lo que los otros pretenden que sea– en una potencia o, en todo caso, en literatura.